En este experimento observamos los efectos térmicos en un cilindro de aluminio en rotación cuando una cuerda desliza a su alrededor. El experimento argumenta a favor de la equivalencia entre calor y trabajo mecánico, y es una adaptación del famoso experimento de Joule (1843).

Por un lado determinamos el trabajo mecánico que la fricción ejerce sobre el cilindro, y por otro lado el calor que el cilindro recibe a medida que se calienta. Haciendo equivalente el trabajo mecánico al calor transferido calculamos el factor de conversión correspondiente.

El trabajo mecánico depende de la tensión en los puntos donde la cuerda entra en contacto con el cilindro, del radio del cilindro, y del número de vueltas en que el cilindro ha rotado. La tensión en el segmento A de la cuerda se puede encontrar considerando la condición de equilibrio mecánico sobre la pesa que cuelga de ella. La tensión en el segmento B puede hacerse despreciable si la cuerda da tres o cuatro vueltas alrededor del cilindro.

El calor transferido al cilindro puede determinarse a partir de su capacidad térmica y del cambio en su temperatura. Además del calentamiento del cilindro también ocurren otros procesos térmicos que no incluimos en nuestro análisis.